Después de aventarme un maratón del programa de Marcus Lemonis 'El Socio' (The Profit), lo que puedo reforzar es la lección más importante que ya había podido observar como consultor: El principal obstáculo o propel del éxito de un negocio es su propio fundador.
Así, se pueden observar dos patrones de conducta principales de los que se puede tomar aprendizaje para dejarlos de hacer o evitar caer en ellos.
Obstaculiza el trabajo de los demás: Si el fundador tiene la capacidad de influir de manera importante en las decisiones del negocio, aún así que cuente con un director general y un gran equipo sucede que su soberbia y su ego terminan cegándole. Reclama toda decisión, no participa en ellas o las revierte sin considerar mayor escenario, minando el camino para los procesos y el trabajo del equipo. No tiene sentido contratar personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Si se contratan personas inteligentes es para que digan qué hay que hacer, y si no lo están haciendo es culpa del fundador por reclutar incorrectamente al equipo.
El fundador deja de aprender: Una y otra vez me he encontrado que, como lo refuerza el programa de Marcus Lemonis, el fundador cree que ya no tiene nada más que aprender. Pero eso sí, el hecho de que su negocio no avance es culpa de los colaboradores que contrató o de que la gente (los clientes) no entienden qué les está queriendo vender. Cuando imparto un curso en el que deben estar presentes los fundadores, ellos me contratan para que "los demás" aprendan, son "los demás" los que tienen que cambiar; creen que ellos ya no necesitan de el conocimiento y faltan. Como he logrado entender que lo procesan, es que en su mente ellos "ya llegaron" y por lo tanto creen que tienen todas las respuestas para cualquier problema, que el éxito es todo de ellos, pero que el fracaso es culpa de los demás.
Estos dos patrones de conducta no sólo son exclusivos de fundadores o dueños de negocio, también lo es de directores de área, supervisores o gerentes. La microgestión de procesos, gente y recursos sólo provoca alienar al equipo y que éste se vaya tan pronto como encuentre una oportunidad. Socios, fundadores, dueños y directivos necesitan saberse observar, tomar conciencia de su comportamiento comprendiendo que son sus principales obstáculos y enemigos, porque el éxito de un negocio que puede parecer prometedor, está en riesgo.
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